En el relato de los hechos probados que recoge la sentencia del magistrado del Juzgado de lo Penal número 1 de Ponferrada se establecen como claves los episodios de acoso que se sucedieron de manera muy explícita del 29 de septiembre al 7 de octubre del 2009. En esa fecha este periódico, alertado por los numerosos trabajadores que contemplaban a diario la escena del escaparate, publicó una fotografía que terminó convirtiéndose en una de las piezas capitales del fallo.
Antes el 29 de septiembre, la fase final de las vejaciones había comenzando con insultos por parte de los empresarios a la trabajadora, a la que dejaron sin luz en el almacén donde estaba recluida tras espetarle que «no tenía derecho a nada y que se fuera a gastar luz a su casa».
El día 30, sobre las 9.00 horas, el acusado Hortensio R.A., fue quien ordenó a la administrativa que permaneciera en la sala de espera del escaparate de coches sin encomendarle tarea alguna. «Sobre las 15.00 horas de ese mismo día, el otro acusado Eduardo R. P., colocó una silla en el centro del escaparate de exposición de vehículos y la ordenó que permaneciera allí sentada, manifestando que podía cruzar las piernas, incluso enseñar las bragas, mientras se mofaba y reía de ella desde el exterior de la exposición», reza otro de los apartados de la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico.
A partir de esa jornada se establece que ambos acusados obligaron a la mujer a permanecer sentada en la silla situada en el centro del escaparate de exposición, sin asignarle tarea alguna y prohibiéndole levantarse. Además de la tarde del mencionado día 30 de septiembre, toda la jornada laboral de los días 1, 2, 5 y 6 de octubre del 2009.
Amenaza mortal
Fue esa última jornada cuando este periódico captó una imagen muy elocuente de la situación, que había empezado a convertirse en el centro de todos los comentarios del polígono industrial de Toral de los Vados.
«Tras la publicación de la noticia en los medios de comunicación el 7 de octubre de 2009, insultaron a la mujer, amenazándola con que la iban a matar y colocaron una mesa y una silla en el almacén, le entregaron papel y boli, y le encomendaron tareas innecesarias referentes a facturas del año 2003», refrenda la resolución judicial, que no será recurrida
Un año de cárcel para los empresarios que ‘exhibían’ a una empleada en el escaparateFuente
