Habrá que esperar a que se enfríe el ambiente para retomar la discusión, teniendo presentes los riesgos de déficit energético.
por Carlos Martínez - 08/04/2011 - 04:00
JAMES LOVELOCK, ícono del ambientalismo, señaló en una entrevista que la energía nuclear "es la única opción viable para salvar a la civilización humana del cambio climático". Hoy la energía nuclear está cuestionada por los trágicos acontecimientos de Japón. El debate que se estaba desarrollando de manera incipiente en Chile parece haberse paralizado. No son muchos los que quisieran hablar del tema hoy.
Pero el debate debe seguir, teniendo presente que las similitudes de país sísmico con Japón son altas. Pero hay que evitar la histeria, como la desatada recientemente por el convenio de cooperación nuclear con Estados Unidos. Chile no puede renunciar a explorar una opción energética que, además, es una de las opciones eficaces para minimizar los efectos del cambio climático.
Si Chile considerara desarrollar energía nuclear, ciertamente no será con la tecnología que ha sufrido el accidente en Japón. A partir de la crisis nipona, las causas de los daños en las centrales afectadas seguramente serán incorporadas en los nuevos diseños de plantas. No podemos pensar que de construir en Chile instalaciones nucleares, será con la misma tecnología. Ese país tiene 54 reactores nucleares repartidos en 18 centrales. ¿Cuántos fallaron? Una baja proporción; las de tecnología más antigua.
Habrá que esperar a que se enfríe el ambiente para retomar el ritmo de la discusión, teniendo presente que el país está con riesgos de déficit energético, si quiere cumplir las metas de crecimiento. En ese contexto, algunos grupos ambientalistas se oponen y obstaculizan casi la totalidad de las opciones energéticas que se proyecta construir en el país. Conocemos la campaña en contra de las centrales hidroeléctricas, pese a no ser contaminantes. Oposición que no sólo abarca a las de Aysén, sino también en el Maipo, en la Región de Los Lagos y de Los Ríos, y varias más a lo largo del país. Tampoco quieren plantas térmicas. Curiosamente, estos grupos ambientalistas han conseguido un efecto inverso. Están contribuyendo a que el país concentre su matriz energética en el carbón, desaprovechando sus recursos hídricos. El aumento de emisiones contaminantes, fruto de una mayor carbonización de la economía, será gracias a grupos radicales que dicen luchar en contra del cambio climático y que se oponen a la energía nuclear.
Una vez pasados los momentos más candentes del desastre japonés, la decisión de seguir construyendo centrales nucleares en el mundo se mantiene. Por su parte, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), ha afirmado que "seguimos creyendo que la energía nuclear es parte de la solución, aunque no toda la solución, para asegurarnos de que tenemos suficiente electricidad para hacer funcionar la economía".
Chile también deberá retomar el debate con calma, pensando en el largo plazo y buscando un consenso político en torno a si es conveniente abrirse a esta opción energética. Julio Verne, especialmente a través del capitán Nemo, temió a lo que intuía como una energía poderosa y al desarrollo tecnológico, pero nunca perdió de vista que el progreso era inevitable. Un personaje en La isla misteriosa le advierte a Nemo que "la civilización nunca retrocede. La ley de la necesidad siempre la impulsa hacia adelante".
Fuente:
http://www.latercera.com/noticia/opinion/ideas-y-debates/2011/04/895-356872-9-el-debate-nuclear-debe-continuar.shtml