La gran antena y el portátil camuflado
Hace unos días entró un cliente a la tienda. Venía acompañado por su esposa.
- Buenos días, en qué puedo ayudarle?
- Tenéis anteneas de Wifi de 2.000
- Imagino que quiere decir 2.000 miliwatios, es decir 2 watios?
- Si eso, miliwatios o watios, que lleguen lejos
- Si, ahora mismo no tengo ninguna en la tienda y estoy esperando que me las repongan, pero en lo que queda de semana me llegan. Están por los 25 a 30 Euros.
- Pero son de 2.000 watios?
- Si, también hay de 1.000 miliwatios y la diferencia es muy poca.
- No, tiene que ser de 2.000 miliwatios.
- ¿Con quién tienes contratado el Internet?
- Con Telefónica, pero no me llega la Wifi adonde tengo el portátil.
- Yo en lugar de poner una tarjeta USB con una antena de palmo y medio colgado del portátil, me pondría un router mejor, o un repetidor. Ahí puedes poner antenas más grandes y no te van a molestar. Además podrás moverte por la casa teniendo buena cobertura.
- No, yo prefiero la antena en el portátil.
- Pero ten en cuenta que el precio va a ser casi el mismo. Y con un buen router, tendrás Wifi para otros aparatos: teléfonos móviles, consolas de juegos y si te llevas un día el portátil a la cama, no llevas colgando nada.
- No, mejor la antena, la veo más fiable.
Y entonces interviene la mujer:
- Y además, el portátil no lo va a mover, ni aunque quiera. Vendió el PC fijo, porque ocupaba mucho espacio y tenía mucho lío con los cables. Ahora tiene el portátil, que no se ve. Un teclado, con su cable, un ratón, con su cable, un monitor grande, con su cable, dos discos duros externos cada uno con su cable de luz y el de conexión, el ventilador para que no se caliente el portátil… si la mesa estaba mucho más limpia y ordenada cuando teníamos el equipo fijo.
Así que al final tuvimos que traerle la tarjeta Wifi de 2.000 watios. Pero en estos casos, nuestro consejo siempre es mejorar el router, ya sea con mejores antenas, ya sea con un repetidor. De esta forma conseguimos que la mejora llegue a todos los dispositivos Wifi de la casa.
Sin palabras.
Un salido.
